Atención al cliente en redes sociales: ¿mejor manejarla interna o externamente?

Por Moisés G. Hernández

Una de las tareas del community manager es gestionar la atención al cliente en redes sociales.

Pero, ¿qué pasa cuando el manejo de redes sociales es externo, bien sea a través de una agencia de marketing digital o un freelancer? ¿Es correcto delegar esta tarea en un profesional ajeno a la empresa?

En este artículo quiero darte mi punto de vista basándome en mi experiencia tanto como gestor de comunidades que ha trabajado dentro de una empresa, como de responsable de coordinar a un proveedor de estos servicios.

Atender a los clientes desde la empresa

Nadie conoce mejor su negocio que el propio dueño.

Por eso, el contacto con el público desde el interior de una empresa siempre será ventajoso por las siguientes razones:

  • El profesional o los profesionales a cargo de esta tarea manejan la cultura interna y esta corre por sus venas. Esa cultura se expresa en las comunicaciones que se hacen en todos los activos digitales de la organización.
  • Ellos, mejor que nadie, están familiarizados con el producto o servicio que se ofrece al público.

Sin embargo, no siempre es posible atender a los clientes desde la empresa.

Algunas de las razones pueden ser las siguientes:

  • Falta de personal para esa tarea.
  • No disponibilidad de tiempo (especialmente si el negocio es pequeño y es atendido por su propio dueño).
  • Alto flujo de mensajes de los clientes.
  • Desconocimiento del manejo de las redes sociales.

Es en este punto cuando debe considerarse la contratación de personal externo para esta gestión.

Buscar un proveedor para este servicio

Un community manager externo sería la solución para manejar el contacto con los clientes, esto en el caso de que por los motivos anteriores la empresa no pueda llevar a cabo este proceso.

Es una gran ventaja, pues libera al negocio de la carga que genera esta gestión (aunque, como dice el refrán, “el que tiene tienda, que la atienda”).

No obstante, no todo es color de rosa. No se trata de contratar el servicio y dejar a criterio del proveedor la atención al cliente.

Si en el apartado anterior decía que una de las ventajas de relacionarse con los clientes desde el interior de la empresa es el conocimiento profundo del negocio, esto se transforma en desventaja cuando se entrega esta tarea a un personal externo.

Hace unos años, en la época medieval si lo traduzco al tiempo de Internet, me tocó coordinar a un proveedor que le prestaba servicios de community management a la empresa donde yo trabajaba. La tarea era ardua y, a veces, frustrante.

Aun cuando existía un manual de cultura corporativa, el desconocimiento de los procesos internos y la alta rotación del personal de la agencia hacían que la atención al cliente no fuera óptima. Lo que decidimos entonces fue que yo me hiciera cargo de esa parte y la agencia de la creación de los contenidos en redes sociales.

No es que sea imposible, pero es necesario un entrenamiento profundo del proveedor, y no siempre se cuenta con el tiempo ni el presupuesto para llevarlo a cabo.

“Invasión” de chatbots

Afortunadamente, gracias a los avances de la inteligencia artificial, la atención al cliente por los canales digitales se ha simplificado.

Cada vez es más común el uso de estos robots que comprenden las consultas de los clientes y establecen un diálogo similar al de un humano.

Lo maravilloso de todo esto es que no es necesario desarrollar un software especial: al momento de escribir este artículo, existe una amplia variedad de chatbots que se integran a WhatsApp, la aplicación de mensajería más usada del mundo.

Messenger, otra plataforma de Meta, también puede emplearse como canal de atención automatizada.

Estos sistemas se pueden configurar al gusto del negocio.

Sin embargo, no hay que olvidar que, en algún punto de la conversación, el cliente exigirá ser atendido por un humano por un caso complejo que el bot no puede abordar (a mí me frustra navegar en un menú automatizado sin encontrar la respuesta exacta a mi requerimiento). Para situaciones como estas, el negocio deberá definir quién se hará cargo: ¿personal interno o externo?

Por otra parte, ¿podría un negocio muy pequeño permitirse el pago de estos sistemas? No dudo que los precios bajarán mucho más a medida que se popularice la tecnología.

Conclusión

La atención al cliente en redes sociales no debe ser tomada a la ligera.

A raíz de la pandemia de la COVID-19, todos queremos ser atendidos en el menor tiempo posible. Nos hemos convertido en seres muy impacientes.

Por lo tanto, los pequeños y medianos negocios, esos que no tienen una gran plantilla de personal o amplios presupuestos, deben definir la mejor estrategia de acuerdo con sus recursos.

Todos los activos digitales de una empresa son canales de comunicación. Una mala gestión de la atención al cliente repercute en su imagen.

Cuando te dicen que tu web no está disponible en otros países

Al contratar un servicio de hosting, lo menos que te esperas es que tu web no esté disponible fuera de tu país. Das por sentado que el sitio web se ve en cualquier parte del mundo. Al fin y al cabo, Internet es mundial, ¿no?

Pero eso fue precisamente lo que ocurrió con una web que tengo a cargo.

Confiado en el servicio de hosting contratado, no tenía la menor idea de que la web estaba caída en la mayor parte del mundo.

Me enteré por mera casualidad, en un momento en que se necesitaba mostrar un proyecto que se había lanzado hacía poco. Entonces, en medio de la situación embarazosa, porque varias personas fuera del país habían informado que no podían acceder, me puse a investigar qué estaba pasando.

Comprobar la disponibilidad de una web fuera de tu país

Lo bueno de todo es que no era una situación nueva. Ya otras personas habían vivido lo mismo. Me lo decía Google. 

Así, encontré un artículo que mostraba varias herramientas para comprobar la disponibilidad de una web en otros países.

De todas las aplicaciones sugeridas probé tres, y confirmé el problema. No sabía exactamente qué había ocurrido, pero en la pantalla se mostraba el error. En varios lugares del mundo la web había desaparecido.

Las herramientas que usé fueron Host-Tracker, GeoPeeker y Uptrends

Aunque, lamentablemente, si estás en Latinoamérica estas herramientas te muestran apenas una o dos ciudades de la región (São Paulo y Buenos Aires), esto es suficiente para indicar que algo malo está ocurriendo.

Ya constatada la situación, me comuniqué con el servicio de hosting. 

Me defiendo con el tema del hospedaje web, pero no soy experto en las profundidades técnicas. Sin embargo, la respuesta de la empresa fue vaga. Sí, resolvieron el problema, en el transcurso de 24 horas, argumentando un asunto de “cobertura internacional”, pero esto me pareció absurdo. ¿Cómo pudo ocurrir? El uso del dominio local .cl tampoco explicaba que las webs no se vieran en el exterior.

La gente de este servicio ni siquiera se disculpó por lo ocurrido. Se limitaron a responder un correo en el que esbozaron la solución y el tiempo de finalización del proceso.

Esto me lleva al siguiente punto: lo importante que es elegir un buen servicio de hosting.

Escoge con cuidado tu servicio de hosting

Escoger una empresa de hosting no es sencillo.

Se deben considerar distintas variables, como, por ejemplo, precios, soporte, capacidad de almacenamiento, cantidad de cuentas de correo que se ofrecen, memoria, incluso si el servicio es óptimo para páginas hechas en WordPress (me enteré por este podcast que esto es clave).

Además de consultar a expertos, una de las cosas que se puede hacer es buscar a través de Google las opiniones sobre los servicios de hospedaje web que estés considerando. A propósito, en Website Planet, un sitio que conseguí mientras preparaba este artículo, hay muchas reseñas sobre empresas del sector. Hazlo también en redes sociales como Twitter, especialmente si estas empresas tienen presencia allí, pues podrás ver los reclamos de clientes insatisfechos.

En resumen: monitorea de vez en cuando, solo por curiosidad, tu web fuera del país donde te encuentras, usando las herramientas que te recomendé, y escoge con inteligencia tu servicio de hosting, sin dejarte llevar por sus precios o publicidad.

Cómo redactar un texto para vender en Internet, aunque nunca hayas oído hablar de copywriting

Por Moisés G. Hernández

¿Te has preguntado cómo escribir ese texto para vender tu producto o servicio en Internet?

Quizás tienes una pequeña tienda de ropa en Instagram o necesitas enviar un email promocionando tu servicio estrella a tu lista de suscriptores. El problema es que no sabes cómo escribirlo y qué elementos debes tener en cuenta para captar la atención de ese cliente potencial.

Siempre digo que las imágenes son muy importantes, pero no más que las palabras. Más bien trabajan en conjunto. Ambos se complementan, como un buen matrimonio.

No obstante, pareciera que la opinión general es que una foto o video basta. Lo que se olvida es que, incluso un video, necesita un vehículo que transmita ese mensaje de venta que tienes en mente.

Entonces, ¿cuál es la solución a tu dificultad?

Háblales de transformaciones a tus clientes

Al momento de escribir un texto para convencer a un posible comprador, siempre recurro al gran ejemplo de Seth Godin en su libro “Esto es marketing”.

Godin eleva hasta las cumbres más altas la frase atribuida a Theodore Levitt, economista y profesor de la Harvard Business School: “La gente no quiere comprar una broca de 0,5 mm. Lo que quiere es hacer un agujero de 0,5 mm”.

En realidad, no es eso lo que quiere la persona que busca la broca: lo que quiere es reconocimiento porque finalmente pudo instalar esa repisa nueva en su casa.

Eso es transformación.

Y es lo que necesitas comunicar en tus textos para vender algo.

¿Tienes un negocio de paseos turísticos en helicóptero? No te centres en la potencia de tus aeronaves o en el valor de los tickets. Más bien, evoca ese sueño que podrá cumplir tu cliente: sobrevolar una alucinante cordillera de Los Andes nevada. O incluso, apela a su ego, pues no todo el mundo puede pagarse ese capricho.

¿Vendes pañales para adultos? No profundices en los materiales del producto, sino en la libertad que sentirá tu cliente de ir a una fiesta y bailar incluso sobre las mesas, sin preocuparse de un escape involuntario.

Pero no te olvides de algo sumamente importante: investigar quiénes son tus clientes, sus dolores y cómo los expresan.

Al final, todos compramos por emociones, como nuestro amigo, el de la broca.

A continuación, te voy a mostrar dos ejemplos de un mismo producto ofrecido en un conocido marketplace latinoamericano.

Se trata de una experiencia personal. Yo quería regalarle una bata de baño a mi esposa. Al comparar, me decidí por uno de los vendedores (a pesar de que el precio era un poco más alto, pero el persuasivo texto hizo lo suyo: dibujó una imagen en mi mente).

Juzga a cuál de los dos me refiero.

📦 Ficha del vendedor #1:

¿Tallas de calzado?
Todas las tallas publicadas en calzado, están en equivalencia nacional. Los números EU, EUR o F corresponden a talla Europea y no a nacional.

¿Hacen envíos a todo el país?
Si. Realizamos envíos a todo país a través de MercadoEnvios.

¿Qué medios de pago aceptan?
Aceptamos todos los medios de pago de Mercado Pago (tarjetas de crédito y débito, Dinero en tu cuenta de MercadoPago).

¿Puedo realizar un cambio?
Por el momento no tenemos la opción de cambio disponible. Puedes solicitar una devolución y luego realizar un nuevo pedido del producto que quieras comprar.

¿En qué horario, los puedo contactar?
Todos los días hábiles de 10:00 a 19:00 horas
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📦 Ficha del vendedor #2:

Bata De Baño Algodón XXXX

  • Sensación única de suavidad en algodón.
    -Detalles bordados realzan tu elegancia.
    -Comodidad y estilo para tu rutina diaria.
    -Experimenta la elegancia ahora mismo.

La Bata de Baño Algodón XXXX redefine el concepto de elegancia y confort en cada momento de tu rutina de relajación. Fabricada con la suavidad natural del algodón, esta bata envuelve tu cuerpo en una experiencia de lujo y comodidad incomparables. Sus detalles bordados no solo añaden un toque de estilo sino que también realzan tu belleza natural.

Imagina la sensación de envolverte en su tejido XXXX después de un baño revitalizante, mientras los delicados detalles bordados realzan tu imagen con un estilo sutil pero impactante. El cierre de lazo permite ajustarla a tu medida, brindándote la comodidad perfecta para disfrutar de momentos de tranquilidad en casa.

Esta bata es mucho más que una prenda, es un símbolo de sofisticación y cuidado personal. Cada hilo de algodón se combina para ofrecerte la máxima suavidad y durabilidad, convirtiéndola en tu elección ideal para sentirte hermosa y elegante en cada ocasión.

¿Te fijaste? El primer texto parece esas descripciones técnicas que traen las cajas de electrodomésticos. Además, me habla de unas tallas de calzado cuando lo que me está vendiendo es una bata de baño.

En cambio, el segundo texto es inspirador.

No sé si la redacción es original de ese vendedor, pero es la diferencia entre un texto meramente descriptivo y otro que apela a las emociones.

Ahora te hablaré de una fórmula muy clásica que puedes aplicar al sentarte a escribir un texto para vender.

Una fórmula para persuadir en tu redacción

En el mundo del copywriting (redacción persuasiva) hay muchas fórmulas, pero AIDA (siglas de Atención, Interés, Deseo y Acción) es, probablemente, una de las más conocidas.

Este modelo fue inventado por un publicista estadounidense llamado Elias St. Elmo Lewis, en 1898, para explicar cómo funciona la venta personal.

El patrón es simple, lo cual explica por qué, a pesar de su longevidad, sigue utilizándose ampliamente.

Sin embargo, hay algo que quiero que se te grabe a fuego en tu mente: ninguna fórmula de copywriting es mágica. Tienes que saber quién es tu cliente, conocer sus necesidades y cómo las expresa. Así que esto no se trata de inspiración, sino de estudiar a tu cliente y entender la psicología de ventas, como dice el copywriter Isra Bravo.

Ahora sí, veamos qué implica cada parte de esa fórmula en un texto para vender:

✅ Atención

Es la parte con la que mueves a tu lector/cliente. Por eso, es donde tienes que poner un gran esfuerzo. 

La atención la puedes lograr con un título llamativo en tu web, un asunto en un email que tengas que enviar, en una imagen de un anuncio en redes sociales, etc. No importa la ubicación, sino que sea lo suficientemente atractivo para ese cliente potencial.

✅ Interés

Aquí debes desarrollar la fase anterior desplegando algunos datos.

Esa información te servirá para mantener al receptor interesado en tu mensaje.

✅ Deseo

En la etapa del deseo es donde le darás la solución al cliente.

Por lo tanto, tu texto debe transmitirle “la transformación que vivirá y mostrarle cómo se sentirá después de probar tu producto o servicio”, tal como lo señala en este artículo la gente de la Escuela de Copywriting.

✅ Acción

¿Y ahora qué?

Pues, después de tanto trabajo, a algún lugar has de llevar a tu cliente.

En esta última fase de la fórmula, tu texto para vender debe conducir a una acción, que bien puede ser hacer clic en un botón o enlace, mandar un mensaje directo para pedir más información, contactar por WhatsApp a tu negocio, suscribirse a un boletín por correo electrónico, etc. 

La acción es donde se resuelve todo el planteamiento.

Algunos ejemplos de textos para vender

A continuación, te mostraré algunos ejemplos de cómo aplicar la fórmula AIDA.

En este primer caso, puedes ver cómo la copywriter Maïder Tomasena desarrolla todas las fases a lo largo de su web. Fíjate, además, como cambia el CTA (call to action o llamado a la acción, es decir, el botón) y lo ubica tanto al principio como al final de la página:

Web de la copywriter Maïder Tomasena como ejemplo de desarrollo de la fórmula AIDA en toda la página de inicio.

En segundo lugar tenemos a Practicum Latam, que rompe el scroll de su cliente potencial al recordarle que nunca es tarde para convertirse en un desarrollador web:

Ejemplo de aplicación de fórmula AIDA
Ejemplo de aplicación de fórmula AIDA

El tercer ejemplo es de Amazon Music. Sin usar tantas palabras, te prometen que con su servicio tendrás miles de estaciones y listas de reproducción gratuitas, sin necesidad de suscribirte:

Ejemplo de aplicación de fórmula AIDA
Ejemplo de  uso de la fórmula AIDA.

Y el último ejemplo es el texto redactado por un servidor para un anuncio en Facebook. 

Si bien no se trata de un producto o servicio que implique el pago de dinero, la intención es promocionar un sitio web de orientación espiritual:

Ejemplo de aplicación de fórmula AIDA en un texto para vender.
Ejemplo de aplicación de fórmula AIDA como texto para vender.

Ideas finales

Como pudiste ver, escribir con el objetivo de vender tu producto o servicio tiene “su ciencia”.

Es importante que te enfoques en transmitir la transformación que experimentará tu cliente al adquirirlo, apelando a sus emociones y necesidades.

Usar fórmulas de copywriting, como AIDA, te ayudará a crear esos textos persuasivos que necesitas en tu web, redes sociales, estrategia de email marketing… en fin, en donde te haga falta.

Siempre vas a necesitar palabras que disparen la acción. Por eso, crea todos tus contenidos teniendo esto en mente.

Ahora, cuéntame, ¿qué te parecieron estos consejos? Te espero en la sección de comentarios.