04 | La estrategia y el plan de contenidos

En el episodio 3 te hablé de 8 errores que debes evitar al crear contenidos, y entre esos errores estaba el no tener un plan. 

Por eso y para ampliar esa información, hoy voy a hablarte de la estrategia y el plan de contenidos como puntos de partida para la creación y difusión de tus mensajes. 

Según el Diccionario de la Real Academia Española, estrategia y plan son la misma cosa. De hecho son sinónimos relacionados con el mundo militar.

Sin embargo, en el ámbito del marketing de contenidos esto no es así. No se refieren a lo mismo.

Podría decirse que ambas palabras están juntas, pero no revueltas.

Lo curioso es que hay un poco de confusión en torno a lo que son la estrategia y el plan de contenidos. Parece que todo depende de la fuente que consultes. Unos dicen que la estrategia va primero y luego el plan, otros todo lo contrario, mientras que unos más indican que la estrategia está dentro del plan. 

En fin, yo no te quiero enredar y te lo pondré más simple.

La estrategia de contenidos es la visión general. Responde a las preguntas “¿por qué?” y “¿para quién?” hago estos contenidos. El plan es el paso a paso, es el detalle de cada acción que hará posible llegar al destino al que quiero ir. 

Piensa en un viaje de vacaciones. La estrategia sería definir adónde y por qué quieres ir a ese lugar, con qué recursos cuentas, qué tipo de viaje te puedes permitir, cuántos días, qué medios de transporte vas a usar, si vas a contratar el viaje por medio de una agencia o lo vas a armar tú solo.

El plan para concretar ese viaje de vacaciones sería todos los detalles: el itinerario, la fecha tope para comprar los boletos, dependiendo de si es temporada alta o baja; la agencia de viajes que vas a contratar o los sitios web por donde vas a reservar el hospedaje, los tours que querrás hacer, etc.

Ahora volvamos a lo que nos compete.

La estrategia de contenidos debe conectar con los objetivos de tu organización. Es como una especie de brújula que la mantendrá en el camino correcto, enfocada y coherente con todo.

Para la estrategia definiremos los siguientes elementos:

  • Objetivo de la organización.
  • Objetivo de la estrategia de contenidos.
  • Audiencia.
  • Pilares.
  • Formatos.
  • Canales de distribución del contenido.
  • Frecuencia.
  • Medición. 

Supongamos que tienes una pyme sostenible cuyo fin es acortar la cadena de valor entre los restaurantes y productores de la zona para ahorrar dinero, potenciar el comercio local y poner en la mesa alimentos frescos. Ese sería tu objetivo. 

Ahora define el objetivo de tu estrategia de contenidos. Este podría ser “darnos a conocer como la solución que acorta la brecha entre los negocios gastronómicos y sus proveedores”. 

A continuación, te toca describir a tu audiencia. ¿Quiénes son? No sólo se trata de datos demográficos como sexo, edad y lugar de residencia. Tienes que ir más allá. Probablemente tengas dos audiencias: los relacionados con el rubro gastronómico (dueños, gerentes, etc.) y los productores locales. ¿Cómo son? ¿Cómo piensan? ¿Cuáles son sus desafíos? ¿Cómo se expresan? ¿Qué buscarían en tu contenido? Estos perfiles de clientes son lo que en el mundo del marketing se denominan “buyer personas”.

La siguiente fase es establecer las categorías de contenidos, también llamados “pilares de contenido”, de los cuales te hablé brevemente en el episodio anterior.

Los pilares de contenido son las bases de tu contenido, los grandes temas que servirás a tu audiencia. Ponles nombres y objetivos.

Para efectos del ejemplo, unos posibles pilares podrían ser los siguientes: 

  • “Del campo a la cocina”. Pilar en el que se contarán historias y se hablará sobre la frescura y calidad del producto local. 
  • “Aliados que cocinan con propósito”. Publicaciones de testimonios, casos de restaurantes y beneficios de trabajar directamente con los productores de la zona.
  • “Negocio sostenible y eficiente”. Cómo acortar la cadena de valor mejora costos, reduce huella ambiental y fortalece comunidades.

Lo siguiente es escoger tus formatos. Responde a la pregunta ¿qué tipo de contenido le gusta consumir a mi audiencia? ¿Le gusta leer artículos, o más bien consumir videos? ¿O será que, por razones de tiempo y practicidad, prefieren escuchar podcasts?

Lo que contestes en esta fase te llevará a la siguiente: los canales de distribución.

Esos canales de distribución son las plataformas donde vivirán tus contenidos.

Pero ojo aquí, porque tienes que cruzar la información del tipo de contenido que le gusta consumir a tu audiencia, con los lugares en los que suele consumir ese tipo de contenido.

¿Les gusta ver videos? ¿En qué tipo de formato? ¿Cortos o más extensos? ¿TikTok o YouTube? ¿O más bien es un perfil que consume contenido en LinkedIn? ¿O suele estar más bien en Instagram?

Esta es una información que deberías ya tener adelantada desde la fase de descripción de tu audiencia. 

Ahora establece con qué frecuencia quieres alcanzar a tu público objetivo. 

Digamos que elegiste 3 canales según el perfil de tu audiencia: LinkedIn, Instagram y YouTube. ¿Cuántas veces publicarás en cada una? Sé realista y ten en cuenta cómo funciona el algoritmo de cada plataforma. Comienza con lo mínimo viable para ti, por ejemplo, 2 veces por semana en LinkedIn, 3 veces a la semana en Instagram y un video por mes en YouTube. Después, dependiendo de tus recursos, podrás aumentar esa frecuencia.

Finalmente, la medición. Esto debe estar conectado con el objetivo de tu estrategia de contenidos y, por consiguiente, con los de tu organización. Es importante que establezcas tus indicadores para saber si tu estrategia está dando resultados. Por ejemplo, alcance y visualizaciones en redes sociales, o un número determinado de suscriptores mensuales al canal de YouTube. Establece objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y acotados en el tiempo.

Recuerda que la estrategia de contenidos es una visión general. El detalle de cada decisión deberás desarrollarlo en el plan de contenidos. Acuérdate de la metáfora del viaje de vacaciones.

El plan de contenidos

¿Qué debe tener el plan de contenidos?

Un plan de contenidos básico debería contar, al menos, con 3 partes: 

  1. Línea editorial.
  2. Procesos.
  3. Recursos humanos.

La línea editorial es la identidad de tu marca, sea una pyme sostenible o una organización sin fines de lucro. Basada en los valores de la organización, la línea editorial gobierna todo lo que se comunica, el tono de la marca, la palabra, la identidad visual, la manera de relacionarse con los clientes o donantes, etc. Esta línea editorial es la que dirá qué contenido se publica y cuál no. Es como los rieles de un tren.

Siguiendo con el ejemplo de la pyme que acerca a restaurantes con productores locales, su línea editorial deberá estar alineada con los valores de sostenibilidad, su contenido deberá enmarcarse dentro de su objetivo de negocio y no polemizar con contenidos sobre política y religión, por mencionar algunas temáticas. 

La línea editorial responde a la pregunta “¿de qué forma nos comunicamos?”.

Los procesos se refieren a todo el flujo de trabajo para la producción y distribución de los contenidos, desde el inicio hasta el final. Aquí entran las herramientas y también los calendarios editoriales, en los cuales se fijan los temas, formatos y fechas de publicación. 

Con los procesos respondemos a la pregunta “¿cómo lo haremos?”.

Los recursos humanos son el conjunto de personas o el equipo que estará a cargo, con sus distintas habilidades para crear las piezas de contenidos: redactores, diseñadores, editores de video, entre otros. En esta fase también se define si el personal será interno o externo. 

La definición de los recursos humanos contesta la pregunta “¿con quiénes contamos?”.

Preguntas y respuestas para cerrar

¿Estrategia y plan de contenidos no son lo mismo?

No. Aunque en el diccionario puedan parecer sinónimos, en marketing de contenidos no lo son. La estrategia es la visión general (el “por qué” y el “para quién”), mientras que el plan es el detalle de cómo vamos a ejecutar esa visión.

¿Cuál va primero: la estrategia o el plan?

Primero la estrategia. Es como decidir adónde quieres ir de vacaciones, por qué ese destino y con qué recursos. El plan viene después y te dice cómo llegar, qué ruta tomar y qué vas a necesitar para que ese viaje sea posible.

¿Qué debe incluir una estrategia de contenidos?

Debe conectar con los objetivos de tu organización y definir:

El objetivo de la estrategia.

La audiencia o buyer persona.

Los pilares de contenido.

Los formatos ideales.

Los canales de distribución.

La frecuencia.

Y los indicadores para medir resultados.

¿Y el plan de contenidos? ¿Qué lleva?

Un plan básico debería tener tres elementos esenciales:

La línea editorial, que define el tono y la identidad de la marca.

Los procesos, es decir, cómo se crea, aprueba y publica el contenido.

Los recursos humanos, o sea, quiénes lo hacen posible: redactores, diseñadores, editores, etc.

¿Cómo se relacionan ambos?

La estrategia marca el rumbo; el plan detalla cada paso para recorrer ese camino. Uno sin el otro no funciona. La estrategia sin plan se queda en buenas intenciones, y el plan sin estrategia es como andar sin rumbo.

¿Tengo que tenerlo todo resuelto para empezar?

No. Puedes empezar con una versión sencilla de tu estrategia y un plan mínimo viable. Lo importante es tener claridad y coherencia. Luego irás afinando en el camino.

Si tienes algo que decirme o te gustaría trabajar conmigo, escríbeme al email  contacto@necesitascontenido.com o al formulario de contacto.

Las notas de este episodio las consigues en necesitascontenido.com/programa

Muchas gracias por escuchar hasta aquí. Nos encontramos la próxima semana.

Moisés G. Hernández

03 | 8 errores que debes evitar al crear contenido

En este episodio te hablo de 8 errores que se cometen a menudo en organizaciones que no tienen grandes recursos para crear contenidos, según mi experiencia.

Estos errores son:

1/ No tener pilares de contenido.

2/ Publicar contenido a lo loco.

3/ Publicar con egocentrismo.

4/ Expresarnos con tecnicismos.

5/ Escribir con errores ortográficos.

6/ Escribir sin una estructura.

7/ No planificar.

8/ Darle más importancia a la parte gráfica.

Recursos:

Usa este prompt para crear tus pilares de contenido en ChatGPT u otra IA:

Basándote en la siguiente misión de esta empresa, crea 4 pilares de contenido y algunas categorías por cada pilar: [ESCRIBIR MISIÓN DE LA EMPRESA].

Artículo sobre la fórmula AIDA del copywriting.

Artículo acerca de cómo manejar el tono de comunicación en redes sociales.

Si tienes algo que decirme o te gustaría trabajar conmigo, escríbeme al email contacto@necesitascontenido.com o desde este formulario.

Las notas de este episodio las consigues en necesitascontenido.com/programa.

02 | ¿Qué es el marketing de contenidos y por qué es importante para tu organización?

Moisés G. Hernández

En el episodio anterior te hablé muy básicamente del marketing de contenidos. 

Apenas te lo mencioné. 

Pero ¿qué es? 

Primero hablemos de los contenidos. ¿Qué son exactamente? 

Es fácil: los contenidos son o pueden ser textos, imágenes, vídeos, audios, etc. Es información en cualquier formato. 

Lo que tú ves en las redes sociales, por ejemplo, es contenido. Una imagen es contenido, una foto, una ilustración. Este podcast es un contenido. 

Es, como te dije, información en cualquier formato, en cualquier presentación. Según el Content Marketing Institute, que es una autoridad en esta materia, el marketing de contenidos es un enfoque estratégico de marketing centrado en crear y distribuir contenido valioso, relevante y coherente para atraer y retener a una audiencia claramente definida y, en última instancia, impulsar acciones rentables por parte del cliente”

Aquí quiero resaltar algo bien importante, y es el hecho de que en esta definición se sigue hablando de marketing como materia general, de la cual se desprende el marketing de contenidos. No es una estrategia aislada.

Ahora, lo que voy a hacer, es desmenuzar esa descripción es sus palabras claves. 

Un contenido valioso

Primero vamos con el contenido valioso. ¿Qué es un contenido valioso, con qué se come eso? Bueno, no es otra cosa que un contenido de calidad, es decir, no es una publicación para rellenar en redes sociales o un contenido sin sentido, sólo por seguir una tendencia. 

Y ojo con esto, porque si ya teníamos un Internet lleno de contenido como este, ahora esta situación está empeorando gracias al mal uso de la inteligencia artificial generativa, con herramientas como ChatGPT. Como ahora un artículo de 2 mil palabras se puede escribir en menos de lo que tardo yo en decir esta oración, es muy fácil crear un contenido de relleno para un blog, por ejemplo.

Con esto no estoy diciendo que la IA sea mala. Al contrario, es una maravillosa tecnología que nos puede ayudar como asistente en nuestro trabajo. Lo que pasa es que debemos saber cómo utilizarla para crear contenido de calidad.

Contenido relevante y coherente

Otra palabra que encontramos es la palabra relevante, es decir, que tu contenido haga “clic” con tu público, que le resuelva algún problema o que lo inspire. Por ejemplo, si este podcast no llegara a hacer ese clic con mi audiencia, entonces no sería relevante, lamentablemente. 

Coherente es la otra palabra que desmenuzamos de la definición del marketing de contenidos. Que un contenido sea coherente es que esté alineado no sólo a tus objetivos de marketing, sino también a los de tu organización, que es de donde se desprende todo. Todo, todo, debe estar conectado. 

Imagina que tienes una panadería de barrio que fabrica panes artesanales, pero un buen día te da por hablar en tus redes sociales de los beneficios del yoga. O que tu ONG, que se dedica a ayudar a familias que perdieron su hogar por una catástrofe natural, se ponga a hablar un día de astronomía en sus canales digitales porque a su equipo le provocó. Totalmente incoherente, ¿no?

Contenido que atrae y retiene

Atraer es la otra palabra clave. Y esto significa que tu contenido sea una especie de imán. Y ojo, se trata de contenido orgánico que es el tú publicas, por ejemplo, en tus redes sociales sin pagar un centavo en publicidad. Es el contenido que distribuyes a través de todos tus canales digitales, no sólo redes sociales, sino también por tu web, en boletines por correo electrónico, YouTube, etc. 

La gente llega solita, atraída por tu contenido relevante y valioso. 

Vamos con la otra palabra: retener. Retener, en el ámbito del contenido, significa que la gente se quede contigo. La audiencia o tu público objetivo se queda contigo gracias a tu contenido valioso y relevante.

Y también se quedan contigo por tu autenticidad. Tú te puedes dar cuenta por ti mismo que ese contenido o esas personas que tú sigues en redes sociales o en un podcast, es gente con la que tienes cierta afinidad. No hay nada extraño aquí. Así somos los seres humanos. ¿O es que tus amigos los escogiste por obligación? 

Conectamos con esas personas con quienes compartimos los valores o nos gusta su estilo. Como cuando escuchamos a un artista, escuchamos su música y esa música nos gusta a nosotros, pero no al vecino. 

Enfócate en tu audiencia

También el concepto de marketing de contenidos nos habla de una audiencia o de una audiencia claramente definida. ¿Y qué es esto? Es ese público a quien tú te diriges. 

No puedes disparar a diestra y siniestra, a todo lo que se te atraviese por ahí. Un ejemplo muy básico, de hecho un ejemplo muy fresco que te quiero dar es lo que me encontré hace poco por ahí: unas cabañas ecológicas en un lugar muy bonito del sur de Chile. 

¿Cuál sería el público al que apunta este alojamiento? Bueno, yo me atrevería a afirmar, de una manera muy básica, porque no he trabajado con esta empresa, que el público de estas cabañas ecológicas son personas con cierto poder adquisitivo que quieren disfrutar de la naturaleza y a la vez practican un turismo responsable con el medio ambiente. Ese sería un público definido. Falta pulirlo más, pero es para que te hagas una idea de lo que te estoy explicando. 

Un contenido para lograr objetivos

Por último, tenemos las acciones rentables. ¿Y qué es eso? No, esto no tiene nada que ver con inversiones en una bolsa de valores. Las acciones rentables es lo que tú persigues con ese contenido. Es como la reacción que esperarías de ese público al que tú te estás dirigiendo. 

Es decir, si eres una empresa, una pyme sostenible, lo que tú también buscas es vender tu producto o servicio dentro de un marco de valores sociales, ambientales, etc. Ese es tu propósito, vender y, además, retener a ese cliente. Y en el caso de una ONG, ¿qué perseguiría? Captar donaciones y tener donantes recurrentes para continuar llevando a cabo la misión de tu organización. 

Entonces, para recapitular, tenemos que el marketing de contenidos es valioso, relevante, coherente, atrae, retiene, funciona con y para una audiencia claramente definida, y busca acciones rentables.

Ahora, es bien importante que lo tengas claro: tal como te lo dije hace unos minutos, el marketing de contenidos no es un ente aislado. No puede ser independiente de toda acción de marketing. El marketing de contenidos está integrado en todo el marketing.

Por otro lado, te nombré algunos canales digitales, algunos canales de distribución del contenido, por llamarlos de alguna manera: e-mails, redes sociales, e incluso eventos como las conferencias y los webinars, de los cuales se desprende mucho contenido que se puede transformar en otros formatos.

Pero también tenemos revistas, folletos, libros, y un amplio etcétera. Es que aquí la imaginación no tiene límites. Entonces, el marketing de contenidos, como ves, no es algo independiente de todo.

La utilidad del marketing de contenidos

Algo que quiero destacar es que el marketing de contenidos debe ser útil. Debes dejar a un lado el egocentrismo típico de muchas organizaciones, con fines y sin fines de lucro también, que sólo producen el contenido que acaricia el ego de los directivos y pone en el centro a la organización, cuando debe ser al contrario, poner en el centro al destinatario del mensaje. 

Tienes que pensar en el público al que te diriges. Acuérdate que una de las palabras clave del marketing de contenidos es ser relevante, y cuando el contenido es relevante atrae y retiene. 

Volviendo al ejemplo de las cabañas ecológicas, ¿qué contenidos serían relevantes para este tipo de empresa? Se me ocurren algunos: un artículo de blog que trate sobre los beneficios de la naturaleza para aliviar el estrés de una persona que vive en una gran ciudad, un reel acerca de técnicas de relajación practicadas en entornos naturales (como los que ofrece este alojamiento), un carrusel de Instagram que explique cómo funciona el turismo responsable y de qué manera sus potenciales clientes pueden formar parte de esa filosofía, entre otros.

Fíjate que no estamos diciendo, “¡oh qué buenas son nuestras cabañas, mira lo bonitas que son, y nosotros tenemos tantos años en el mercado e invertimos tanto”. Nos estamos enfocando en beneficiar a ese cliente al que queremos atraer y después retener. 

Y bueno, aquí te reitero que el marketing de contenidos atrae, no invade. Y cuando digo que no invade, es que no llega con publicidad, a la fuerza, sino que va atrayendo con ese contenido que tú consideras valioso. 

¿Es rápido esto? No. Esta es una estrategia de mediano y largo plazo. Esto toma su tiempo. Debes tener la paciencia del agricultor, que siembra y espera un tiempo determinado para poder cosechar. 

Conclusiones: lo que debes tener claro sobre el marketing de contenidos

  • El marketing de contenidos no es un ente aislado, sino una estrategia integrada dentro del marketing general.
  • El contenido es información en cualquier formato, desde un texto en un blog hasta un video en redes sociales o un episodio de podcast. Su valor no está en el formato, sino en la calidad y en la intención detrás.
  • El contenido debe ser valioso, relevante y coherente. Valioso significa que tiene calidad; relevante, que conecta con tu audiencia; y coherente, que está alineado con los objetivos de tu marca o proyecto.
  • No se trata de publicar por publicar. El contenido vacío o sin propósito —ya sea hecho por humanos o por IA— no construye relaciones duraderas. La inteligencia artificial puede ser una aliada poderosa, pero hay que usarla con criterio para generar contenido significativo.
  • Atraer y retener son claves. El contenido orgánico que crees debe funcionar como un imán: atraer a tu audiencia ideal y lograr que se quede contigo. ¿Cómo? Con autenticidad, afinidad y aportando valor real.
  • Define claramente tu audiencia. No puedes hablarle a todo el mundo. Saber quién es tu público objetivo es esencial para generar contenido que realmente funcione.
  • Busca acciones rentables. Ya sea vender, captar donaciones o generar confianza en torno a tu propósito, el contenido debe tener un objetivo claro. Si no sabes qué esperas que haga tu audiencia, probablemente tampoco lo sepa ella.
  • El contenido útil pone en el centro a la audiencia, no a la marca. Las personas no quieren escuchar lo maravillosa que es tu organización. Quieren saber cómo las puedes ayudar o inspirar.
  • El marketing de contenidos es una estrategia a largo plazo. No esperes resultados inmediatos. Esto no es una campaña de impacto rápido, es una siembra constante para una cosecha sostenida.

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