¿En qué consiste la honestidad digital? Es la práctica de una comunicación veraz y transparente por parte de las organizaciones, bien sea que hablemos de las empresas o de las ONG.
Y es que, aunque el deber de cualquier entidad, tanto de las que tienen fines comerciales, como de las que no, es actuar y hablar con la verdad, para las ONG es aún más crítica la transparencia, puesto que se deben a donaciones que reciben de buena voluntad.
Si estás dentro de una ONG, sabes lo delicado que es manejar un dinero que no es tuyo. La gente ha puesto su confianza en tu organización y, por lo tanto, tu gestión debe ser tan clara como el agua potable.
En el ámbito de las comunicaciones, las organizaciones sin fines de lucro se enfrentan a desafíos como las noticias falsas que pueden afectar su imagen y la conservación de su credibilidad, que es su principal activo frente al público. Todo esto impacta en la confianza y legitimidad.
Sobre estos puntos voy a referirme en detalle más adelante, pero antes quiero comentarte un par de cosas.
Los efectos de la incertidumbre y la polarización en las ONG
Según un estudio hecho en 2024 por el Instituto de Innovación Social de Esade y la Fundación PwC en España, las personas externas al llamado tercer sector “califican la confianza en las ONG con un 6,5 sobre 10, un resultado que supera a instituciones como los medios de comunicación o el gobierno, pero que queda lejos de los niveles necesarios para reforzar su legitimidad. Además, mientras el 32 % de los encuestados asegura confiar más en las ONG que hace una década, un 23 % admite lo contrario”.
La investigación también recoge otro dato interesante, y este es que un 68 % de las personas externas al mundo de las organizaciones sin fines de lucro “cree que la sociedad tiene poca información sobre la labor de las ONG”.
Estos datos están marcados por la incertidumbre y la polarización de nuestra actualidad.
Y hablando de actualidad, para ponerte en contexto de hasta qué punto la credibilidad se ve empañada por las malas prácticas, te cuento una anécdota.
Hace un tiempo, cuando me presenté a una entrevista laboral y dije que había trabajado en una fundación, enseguida el hombre arrugó la cara y habló de manera despectiva de estas organizaciones.
Claro, dejando de lado su ignorancia y absoluta estrechez de mente, era la época en que aquí en Chile había reventado el tristemente famoso “Caso Fundaciones”, un escándalo monumental de corrupción política que terminó metiendo a todos en el mismo saco de las sospechas.
Dicho esto, pasemos a los puntos que nos interesa sobre la honestidad digital.
#1 La rendición de cuentas en las organizaciones sin fines de lucro
Para una ONG es clave informar sobre el uso de los fondos que recibe de sus donantes.
Esa es una muestra de transparencia.
Uno de los mejores lugares para hacerlo es su casa digital, o sea, su sitio web.
En Chile hay dos ejemplos que me parecen relevantes para comentarlos.
El primer ejemplo es el de Teletón, una organización con bastante trayectoria en este país dedicada a la rehabilitación de niños y jóvenes en situación de discapacidad. En su sitio web tienen una sección llamada “Transparencia activa”, en la que muestran sus estados financieros, su declaración anual de impuestos e información sobre auspiciadores, entre muchos otros.
Además, Teletón infunde confianza al comunicar su convenio con el capítulo local de Transparencia Internacional. Allí indica que el fin es “desarrollar y promover los más altos estándares de transparencia y rendición de cuentas en nuestra institución”.
#2 La protección de datos y privacidad
Este es un punto bien delicado que muchas ONG pequeñas tal vez ignoran, o desestiman.
Hay situaciones críticas en este tema. Por ejemplo, la recolección de datos personales para suscribirse a una newsletter, o para apuntarse a un evento.
Por lo general, se captan los datos y la gente ni se entera de qué manera van a ser usados.
Aunque sólo sean el nombre y una dirección de correo electrónico, la persona debe saber qué harán con su información. No es ético que los usuarios se inscriban, digamos, en un evento online, y de la noche a la mañana empiecen a recibir correos que no pidieron. Esta es una práctica habitual.
Comunicar claramente para qué se utilizarán los datos personales de los usuarios debe formar parte de los lineamientos de la organización.
Otro punto sobre la protección de datos y la privacidad es obtener el consentimiento de las personas que una ONG muestra en sus imágenes. Esto también le podría ahorrar problemas legales.
#3 Veracidad y comunicación del impacto real
En la comunicación del impacto real de una ONG está la divulgación de información fidedigna.
Me gusta cómo lo hace la Cruz Roja Española.
En su Código de conducta, esta institución establece que en sus acciones de comunicación y publicidad, cito, “utilizará siempre información real y cierta, y en ningún caso utilizará mensajes o imágenes engañosos o que induzcan a confusión”.
Aquí no solamente prohíbe a su personal divulgar falsedades, sino también que lo plasma en un documento que además es accesible a todas las partes interesadas.
Otro punto relevante en la comunicación es mostrar los logros y desafíos de la organización.
Un ejemplo de ello es lo que hace Médicos Sin Fronteras en su sitio web. En la sección “¿Qué hacemos?” presenta todos los programas de salud en los cuales trabaja y de qué manera lo hace, y esto lo explica de forma detallada, con cifras de respaldo.
#4 Responder de forma rápida en las redes sociales
No hay cosa en el mundo que corra tan rápido como los rumores.
Es que ni siquiera se les iguala el guepardo, el animal terrestre más veloz del planeta.
Una mala práctica es dejar comentarios en redes sociales sin responder.
Salvo que sean mensajes ofensivos, cualquier pregunta o información falsa dejadas en la sección de comentarios de las redes sociales, deben ser contestadas o aclaradas.
Por eso, es necesario que una ONG tenga un equipo bien entrenado y, si es posible, que ese equipo que se encarga de las redes sociales cuente con un manual de procedimientos en caso de presentarse una crisis para saber cómo enfrentarla sin que salga perjudicada la imagen de la organización.
Ese documento debe ser de fácil acceso para el personal involucrado.
Conclusiones
La honestidad digital no es más que el mantenimiento de una política de comunicación veraz y transparente por parte de las organizaciones no gubernamentales.
También es vital que las organizaciones de la sociedad civil estén bien preparadas para enfrentar desafíos tales como las noticias falsas, los rumores, etc., puesto que un manejo descuidado impacta en su confianza y legitimidad.
Hay cuatro aspectos a considerar:
1) Rendición de cuentas y que sea accesible al público en el sitio web de la ONG.
2) La protección de datos y privacidad, lo cual significa actuar con ética en el manejo de la información personal.
3) Veracidad y comunicación del impacto real de todo lo que haga la organización.
4) Responder las dudas en redes sociales y hacerles frente a los rumores antes de que se genere una crisis.
¿Está tu ONG siendo transparente en sus canales digitales?
Escrito por Moisés G. Hernández
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